(El
que empieza es primo Richard, alias Cacallín, alias Lucas, va de
rojo, yo de azul, Maca, de verde…) Dicen
por ahí que de vez en cuando, en momentos puntuales, o en fechas
señaladas, conviene hacer pequeñas “paradas”…pequeños
“descansos”, en este camino tan incierto y particular que es la
vida… Y, con esa perspectiva que nos ofrece siempre el presente,
mirar, aunque sea brevemente, para atrás, para recordar (o para no
dejar de recordar) lo que fuimos… los que fuimos… lo que somos…
los que somos… (Ahí
está, muy bien Cacallín, poniendo las cosas en su justo término,
empezando por el principio)
Y
aprovechando la coyuntura (mientras
no podamos aprovechar la coyunda…),
de los 40 años cumplidos este mismo año, por tres miembros de esta
Familia, a saber, Jose, Maca y Cacallín, ¡¡eeeehhh
frena que yo aún soy treintañera!!! (no
entiendo muy bien el orden éste, primo, que yo sepa tú naciste
antes que yo) queríamos
aprovechar la ocasión para compartir con toda la Familia (con todos
vosotros) esta pequeña mirada… esta breve retrospectiva de estos
“40 años en Familia”.
Siempre
es problemático, e incluso engorroso, hablar de la Familia, porque
sin duda, son muchas más las vivencias, los sentimientos y las
sensaciones que afloran, que las palabras que uno puede buscar para
condensar, en unas pocas líneas, esas emociones (¡tantas!), y lo
que la Familia ha representado, y sigue representando, para todos
nosotros, en estos 40 años (Ya
te estás pasando con los 40 años, primo, que tampoco hay que ser
tan preciso e incisivo).
Esta
Familia, que no es solo Parody, (pero
es muy Parody) que
está conformada por una multitud de Apellidos (esa
cuenta no está hecha todavía, ¡que alguien la haga ya!),
de los más diversos, de los más sonoros, todos ilustres, que
enriquecen nuestra sangre, que nos mejoran como personas, que
engrandecen el espíritu de la Familia, haciéndola diversa,
dinámica, cambiante…
En
una primera “parada”, nos gustaría dedicarle unas palabras a
nuestras “Vacas (¡uy
lo que ha dicho!) Sagradas”
(y perdón por lo de “Sagradas”). A esa “Ilustre y Vieja
Guardia” que, poco a poco, empieza a ocupar la primera línea de
fuego generacional, esa línea donde uno se empieza a encontrar más
expuesto a los achaques de la edad, a las leyes implacables de la
vida… (en
román paladín o en román cacallín mejor dicho, esto viene a
significar que estáis más pa´llá que pá´cá). Esa
Vieja (y dale
con la palabrita) Guardia,
que formó parte de una generación histórica, que luchó por
instaurar unos nuevos valores de tolerancia, de respeto, de
libertad… (panda
de hippys, libertinos y ateos, quiere decir aquí el primo);
que posibilitó un modelo de transición ejemplar, que hoy
día se estudia y analiza en todas las universidades del mundo. Esa
Vieja (ejem) Guardia,
que ha luchado y trabajado para dárnoslo todo, absolutamente
todo (bueno,
compañero, todo, todo, tampoco… a los García les ha quedado un
apartamento en el Puerto, a mí no, ¿y a ti?),
y que tanta insistencia ha puesto en transmitirnos esos mismos
valores, en hacernos conscientes de nuestros grandes privilegios…
Esa Vieja (al
final nos parten la boca, te lo digo yo) Guardia,
que son nuestros Padres… (De la crisis inmobiliaria en la que nos
han metido, también podríamos hablar, pero eso lo dejaremos para
otra ocasión) (Eso
es verdad, y viene muy al caso, Richard… que se estiren y nos dejen
bienes inmuebles, cosas caras… no tantos valores y tanta puñeta)
Nuestros
Padres (y
madres, Cacallín, y madres, ¿o quieres que te recuerde la
adscripción feminista de la tuya?),
que nos han demostrado, y lo siguen haciendo, su lucha, su fuerza de
voluntad, su afán de superación ante las adversidades con las que
nos ha golpeado la vida, y que no han sido pocas: Nachete
(krak), Alo,
y su (¿?) Parkinson (suyo
no es, que si fuera suyo lo vendíamos);
José Luis, y su linfoma de Hodgkin (que nos hizo estremecer a
todos) (ahí
ganamos bien, con igriega);
Mamen, y su necrosis de cadera (eso
lo hizo para demostrarle a su marido cómo se opera una gadita y cómo
se sale andando de esos trances),
Ricardo, y su artritis reumatoide crónica (que nos preocupa a todos
menos a él) (doctores
tiene la iglesia),
Teresita, y su tumor benigno (menos mal que era benigno) (era
benigno, Lucas, lo maligno era cómo le olían los pies con 10 años,
te lo dirán mis
hermanos, y los vecinos de casa, y en el ayuntamiento también… eso
fue para vivirlo),
Quico, con sus problemas de vértebra (con susto incluido) (y
esto es claramente consecuencia de los disgustos que le ha dado su
idolatrado don Manué)…* y
TERE, que sin padecer nada, lo ha padecido TODO… (si
es que… donde hay, hay).
*Aquí,
en este párrafo, por algún sitio debiste meter a otro, vamos, se te
olvidó mencionar a Popi, que es un problema en sí mismo… Pero
bueno, sigue., sigue…
Y
esa fuerza de voluntad, ese reto continuo a la vida… junto con ese
espíritu fraternal, ese buen ambiente que se respira, ese sentido (a
veces llega a ser un sinsentido, creo yo) del
humor permanente, el respeto que impera entre todos (entre los que
piensan igual (por
ejemplo, tía Nena y tío Salvador),
entre los que piensan diferente), la solidaridad, y el velar por el
bienestar de todos, el orgullo y la satisfacción que representa
estar, y sentirnos, todos juntos… Todo eso, simplemente todo eso,
conforma el gran legado que nos han dejado nuestros Padres… (En
este párrafo es que no se puede poner un pero, primo, de verdad que
no).
La
segunda parada sería, lógicamente, para dedicársela a todos los
Primos, a toda la Gran Primada (políticos y no políticos), a esa
segunda generación, no menos expuesta a los achaques de la vida…
(joder, Cacallín no
empecemos, ¿eh?),
porque muchos de nosotros ya empezamos a tener nuestros años (¿qué
parte de vamos
a hacer algo divertido no
entendiste? ¿quieres dejar de recordar este detallito, hombre de
dios?); porque,
independientemente de esto, las “balas” de la vida, muchas veces,
no entienden de orden generacional, y arremeten contra cualquiera que
se ponga por delante. Esa Primada que, si bien como generación
(generación X, Y, Ni-Ni…) quizás no hemos estado a la altura de
nuestros padres (campeones
del mundo de fútbol y baloncesto, Sevilla F.C. heptacampeón, el
Betis consolidado en segunda con ascensos esporádicos a primera,
¿cuándo se ha visto eso?… estamos mucho mejor, Cacallín, mucho
mejor), como
personas y como familia sí hemos sabido agarrar ese testigo de
valores inculcados por ellos (claro,
a falta de dinero, de fincas, de cochazos, y eso, pues nos quedamos
con los valores… nos morimos pobres, te lo digo yo…).
A
diferencia de nuestros padres, nosotros somos mayor número de
miembros (nunca
me ha gustado meter en la misma frase estas palabras, vamos, eso de
miembros y padres y meter, en fin…),
más heterogéneos, cada uno de su padre y de su madre (bueno,
no es por corregirte, pero concretamente aquí somos varios los que
compartimos madre y padre),
en forma de pensar, en edad… Y sin embargo, permanece esa unión,
ese cariño, esa solidaridad, esa entrega, esa fuerza… (esto
lo has copiado de José Luis Moreno, no jodas).
Y
si bien es verdad que la unión de todos los Primos está sostenida
en la voluntad de todos, también es verdad que esta unión no sería
del todo posible sin el interés desmedido, sin la iniciativa, y el
esfuerzo de unos pocos Primos Parody, muy pocos, que lideran y velan
por la cohesión (somos
una piña), y el
buen ambiente de todos nosotros (ellos saben quienes son… en
realidad, todos lo sabemos) (Si
no estuvieran unos, estaríamos otros, creo yo, pero si es verdad que
los Porras sois unos apáticos hijos de la ·#*+|¬}#).
Igualmente,
hay que destacar la importancia que ha representado para la Familia,
la incorporación de cada uno de los Primos políticos, o los
aspirantes a serlo, porque ellos representan el equilibrio, la
moderación, la mesura (¿esto
te lo ha dictado Isa, por un casual?)…
de los vicios (¡anda
ya!), rarezas
(rareeeeeeezas,
hombre, no, otra cosa vale, pero rarezas…),
manías (por
favor, ¿a dónde quieres llegar?) y
excentricidades más arraigadas, de los primos más primos… (¿qué
insinúas?) de
los Primos Parody…
Bienvenidos
pues, a los primos del FRAP que se resisten, todavía y como siempre,
al invasor (la vida para “ellas/os”, no es fácil, nada fácil),
así como para esos otros políticos que, sencillamente, se han
dejado abducir por comprender que nuestra forma de entender la vida
es la mejor… (menos
mal, te has venío arriba, ¡sí señor! ¡¡Así se habla!!) Nuestra
dedicación, pues, a ellos… a todos ellos…
(Yo
aquí haría un inciso, una mención a los Parody 3.0, a los que nos
siguen a nosotros, a esos que siendo sobrinos se sienten primos, a
esos Parody, alguno sin apellido visible, que empiezan a hacerse
notar, con sus cositas lindas Parody… Esos, tan bien, y también
son Familia) (Se te escapan algunas cosillas y estoy aquí al quite,
primo, nada más).
La
tercera parada, obligatoria, tiene que ser necesariamente para rendir
homenaje a dos familias, a los Revilla (Parody) y
a los García (Parody
y viceversa), por lo
duramente que han sido “golpeadas”, por todo aquello a lo que han
tenido que renunciar, por todo el dolor que han padecido, por todo el
dolor que aún hoy siguen “arrastrando”… Simplemente queda
decir que la fortaleza, la entereza, el sacrificio y la entrega que
han demostrado son encomiables, y dignos de admiración. Pero,
fundamentalmente, lo que da vértigo, auténtico vértigo, a los que
de alguna forma venimos detrás, es esa virtud que tienen, que tantas
veces han demostrado, de no perder la sonrisa (la
sonrisa nos la dejaron en herencia, ¿dónde la vamos nosotros a
perder?), ni la
ilusión por la vida… (Yo
siempre he sentido que el golpe lo sufríamos todos/as, y por eso fue
más fácil… en cualquier caso, gracias).
La
cuarta parada, obligatoria, es para la tía Nena, porque
sencillamente le han robado la mitad de su vida de un “plumazo”, (y
nos acordamos de ella cada minuto) por
su infinita tristeza, porque nos la han roto en pedazos… Pero que,
a pesar de eso, ha querido (y
ha sabido, que hay que saber, ¿eh?) resistir,
seguir luchando; ha sacado fuerzas de flaqueza (afortunadamente
no las tuvo que sacar de gordura…),
resurgiendo de sus propias cenizas (cuál
Ave Fénix, te ha faltado aquí),
intentando reconstruirse a sí misma, intentando superar sus
limitaciones, intentando buscar motivos de alegría…
(los encontrará, seguro). El
día a día es duro, muy duro… Es verdad que puede tener a sus
hijos, a sus nietos, a su Familia… pero sigue, y seguirá siendo
duro… (eso es
asín, cómo negarlo) Aún
así, que tenga la certeza de que todos seguiremos junto a
ella (Cacallín,
si nos ve a todos
junto a ella le
da un chungo, y nos larga a paseo… vamos a estar junto a ella, sí,
pero a poquito a poco, mejor),
para intentar darle motivos de alegría, para hacerle ver que es una
referencia para todos nosotros, que en ella nos miramos todos; que
cada limitación que supere, cada autonomía que adquiera, cada
sonrisa que esboce, será un ejemplo de superación para todos
nosotros… (ya
lo es, porque ya lo era).
Deberemos
pues, entre todos, recuperar esa “normalidad” (supongo
que las comillas las pones porque sabes que normales, normales, lo
que se dice normales.. en fin… ahora le preguntas al FRAP) que
la vida nos ha arrebatado, esa “normalidad” (y
dale) que con
cierta frecuencia creemos que está al alcance de cualquiera, que es
un derecho adquirido e inalienable (no
digas palabrotas) de
todos nosotros,… Pero que no, que no es así; que la vida, de un
simple zarpazo, nos la puede arrebatar, y hacerla añicos, y en un
instante nos hace sentir lo vulnerable y lo insignificante que somos,
sin esa “normalidad” (¡¡viva
la normalidad Parody!!) que
creíamos tan nuestra. Buscaremos, pues, esa nueva
“normalidad” (enga,
en eso estamos, ya, pero ya),
que nos devuelva una renovada felicidad, con la que seguir afrontando
la vida, que nos legitime a poder vivirla, al menos, con una cierta
dignidad… (de
eso nada, la viviremos con toda la dignidad, cierta o incierta, pero
toda).
Miraremos
ese cielo estrellado (tan nombrado), e intentaremos vislumbrar a ese
pajarillo de alas rotas, que un día quiso salir de su jaula y probar
a volar sin la ayuda de nadie, y lo consiguió (si
lo llegamos a saber no le abrimos la puerta de la jaula, pero
bueno…);
intentaremos atisbar a esa gaviota (¿ya
estás con los nuevos tiempos, PPrimo?),
que fue herida a traición, y que mal herida no quiso quedarse en el
mar, y que empleó sus últimas fuerzas en volar más y más alto, y
llegar adonde quería llegar, como de hecho llegó; e intentaremos,
igualmente, divisar a ese Aprendiz, que junto con su Musa (esa “gran
desconocida”, tan poco nombrada, a la que tanto debemos…
posiblemente… lo mejor de nuestra forma de ser) (nombrémosla:
¡¡viva la abuela Loli!!),
tuvieron la “Osadía” de crear toda esta Gran Familia que,
muchos, muchos años después, sigue creciendo y dando tanta
“guerra”… (Yo
no sé si el diseño de ellos fue tan osado como después les ha
quedado, pero como no pueden quejarse, seguiremos adelante) (Sigue,
te digo que sigas...)
Y
nos dejaremos contagiar por ese inmenso e infinito Universo, por su
aparente equilibrio, por su velada armonía… Pondremos todo nuestro
empeño, en recobrar la sensación de control en nuestras vidas, de
volver a esperanzarnos con ese pretendido y anhelado deseo de que
todo pueda tener un sentido… Nos dejaremos invadir, en
definitiva, por esa energía poderosa que embriaga, que hechiza, que
sobrecoge al mayor de los escépticos… Esa energía que se siente a
flor de piel, al escuchar en la noche silenciosa, “el tranquilo y
ajeno rotar de los planetas”… (¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaala!!!
Ya tienes a toa la peña jarta de mocos, lo has conseguido).
(Seguimos
ahora, después de despedir a primo Richard con una estruendosa
ovación, llenos de lágrimas y mocos, y seguimos con la tercera de
la cuarentena, la última en llegar, la más guapa de los tres
empatada conmigo…)
Podemos
llenar de recuerdos los 40 años… nuestros primeros cuarenta años
(los de Maca):
Esa
tía Tere y sus Revilla entrando, más bien arrollando Asunción,
para comerse las natillas de la tía Nena (que tan difícil era que
nosotros nos las comiéramos) (¿Por
qué no os gustaban las natillas y erais 3 y a nosotros nos
encantaban y éramos 6? ¡¡Qué mala suerte, qué mal reparto!!).
Tía
Tere saliendo de Asunción siempre cargada de bolsas para Huelva.
Gonzalito (¡Ja!
Gonzalito dice…) que
dormía y no cabía en la cama de abajo del cuarto de Fernan. Nuestra
Puri o Pepa encantada de lo bien que comían los "primos de
Huelva" sin rechistar... (Vamos
a ver, ¿tú has escuchado a mi madre darnos una orden? ¿Tú la
viste alguna vez dando de comer a Carlitos? ¿Cómo íbamos a
rechistar?) (Aparte de lo rico que estaba, y está, todo).
Las
tardes de Navidad en Teodosio, la lluvia de monedas, los villancicos,
¡la fila para el aguinaldo...! (Allí,
en ese patio, he visto yo cosas denunciables, cosas que hoy llevarían
a más de uno a la cárcel, y todo para “rascar” un duro).
Y
las tardes de lunes que me escapaba de mi cuarto de estudio y me iba
con mamá a Teodosio a visitar al abuelo. Ella se quedaba en el
gabinete de charlita y discusiones varias, Jero, abajo en su
consulta, y yo, me subía arriba con M José que estaba bañando a
los niños, me encantaba esos ratos, luego bajábamos a la cocina, y
a cenar, la tranquilidad y el cariño con que lo hacia siempre...
Las
estancias en Reina Mercedes y sus domingos en el Castillo de Alcalá,
¡¡qué suerte haber jugado en un castillo de verdad!! (Jugar
al fútbol con dos boñigas, más grandes que mi cabeza, haciendo de
postes de la portería era una cosa inigualable).
Yo
recuerdo con especial cariño las veces que me quedaba en Virgen de
Luján, compartiendo cama con la gorda, durmiendo cada una en un
sentido de la cama y siempre a gusto (Mi
hermano Fernando igual, pero igual, igual que tú, incluyendo
las bragas).
Pasábamos
las tardes en la entrada jugando con la cocinita de madera, ¿la
recordáis? (No
sé de qué me hablas, yo estaba en el Castillo de la
mala) (igual
no...). Y las tostadas del desayuno de Mamen finitas, tan finitas que
¡¡¡se enroscaban y todo!!! (¿Qué
dices?, a eso se le llama churros). Y,
a pesar de todo el tiempo que pasábamos allí, nunca Mamen nos reñía
(a mi me impactó ya que ¡¡¡yo estaba acostumbrada a los gritos de
mi madre!!!) (A
ver si te crees que el título de la
buena se lo
han regalado).
De
los Revilla, me quedo con los días que pasábamos cada verano en
Mazagón, con ese bidón de agua helada en el patio de atrás y todos
quitándonos la arena (y
los bañadores, porque aquel era un patio nudista).
De
los cumpleaños de ¿quién de vosotros? (¿En
verano? O Gonzalo o Carlos) allí
fuera... Y de las películas del Yaki-Chan que vimos con vosotros en
el cine...¡¡¡qué horror!!! (Macarena,
yo he borrado eso de mi memoria, ¿a dónde íbamos a ver eso?)
Tío
Salva venía a Asunción todos los años, el día del sorteo de
Navidad que coincidía con nuestras vacaciones escolares, a poner el
arbolito y el portal de Belén. Mientras, mamá estaba en la cocina
haciendo el tradicional pavo trufado y consomé, el mismo que ha
estado haciendo hasta hoy (madre
mía, ¿qué me dices?, si lleva 40 años haciendo el mismo pavo,
tiene que estar su miajita duro ya, Maca… vale que somos Parody,
pero el pavo se cambia cada tres o cuatro años, como el cepillo de
dientes) y que,
si Dios (válgame,
tío Ricardo y tío Alo quieren decir algo) quiere
y con nuestra ayuda, haremos de nuevo este año (ya sabemos que los
Parody somos poco amigos de las novelerías, y mucho menos de las
culinarias). Era, para mí, una de las mañanas más bonitas en casa,
y todavía el hoy, el día de la lotería, pongo el sorteo en casa a
toa leche... es para mí el primer día de la Navidad a pesar de que
los comercios nos intenten hacer creer que ya el 15 de octubre
¡¡¡¡hay que comerse los polvorones!!!!
El
abuelo viniendo a casa cada medio día cuando alguno estaba malito,
que junto con el Ardine (¿un
coleguilla del abuelo?) y
la inyección, siempre nos traía un cuento o un rotulador
fluorescente (Maca
esto no es creíble, en esa época se subrayaba con lápiz…) ,
¿lo recordáis? (No,
yo estaba en Huelva, sano). Así
daba gusto pillar anginas 1 vez al año...
Cada
Jueves Santo identificando entre las filas de capirotes morados a
cada uno de vosotros, a papá, al abuelo... la satisfacción de
recibir una pequeño saludo con un sólo gesto de la mano, no sea que
el celador os llamara la atención... Aun así, había un nazareno
que siempre se saltaba las reglas y llevaba en su bolsillo unos
caramelillos para darnos a sus hijas disimuladamente cuando nos veía
a la salida de la catedral.
Las
bromas de Ricardo cada vez que sonaba el teléfono en casa y
respondía con una nueva voz, un nuevo personaje y ¡¡¡un nuevo
rollo!!! (Aquí
no entiendo la utilización del tiempo verbal, el pasado es
incorrecto, ¡¡lo sigue haciendo!!).
Bueno,
primos, pues algo así es lo que tengo yo esbozado, veréis que no
tiene la categoría literaria de Cacallín… (Ni
Cacallín tiene tu tipito y tu pelo, hija, cada cuál tiene lo suyo).
Me
faltan pinceladas de tío Quico y tía Mª. Paz, de los que tengo
menos recuerdos (aunque Quico en el despacho siempre muuu serio y
eso, de niños, nos imponía más). (Joder,
de niños, de adolescentes, de jóvenes, y ya porque le hemos perdido
un poco el respeto, pero un mijita sigue acojonando… menos mal que
como contrapartida está la dulzura de la tía Mª. Paz que si no…)
Y
ya pasaríamos a cosas más actuales: los médicos de la familia
siempre al pié del cañón, así como sus herederas, tío José Luis
organizando a los hermanos de manera magistral como siempre lo ha
hecho, tío Salva amenizándonos las tertulias con sus ocurrencias,
tío Quico y Fernan llevando el timón de Albareda como siempre lo
hizo papá.... aunque han logrado un "espacio sin humos" y
ha entrado un soplo de aire fresco y de alegría con M Paz, prima,
quizá logres incluso que cambien las marchas procesionales por los
40 principales... ¡todo se andará!
En
fin, podría seguir contando mil batallitas más… (Pues
sigue Maca, sigue…).
Aquí
estos dos me dejan solo, y me despido en su nombre, de todos
vosotros, de los que hemos nombrado y de los que no, porque todos, y
todas, todas y todos, todísimos, todísimas, habéis conseguido que
estemos orgullosos de ser parte de esta Familia, de lo que hemos
vivido, de lo que hemos comido y bebido, de lo que hemos llorado, de
lo que nos hemos reído, de nuestras historias comunes, y de cada una
de las vuestras individuales… Como siempre, muchas gracias, han
sido los mejores 40 años de nuestras vidas, seguiremos por aquí
otros muchos, y sería un inmenso placer, una enorme felicidad,
cumplirlos cerquita de vosotros. Juntos, siempre juntos.
CACALLÍN-MACA-JOSE.
40 X 3
No hay comentarios:
Publicar un comentario