martes, 8 de noviembre de 2011

40 x 3

(El que empieza es primo Richard, alias Cacallín, alias Lucas, va de rojo, yo de azul, Maca, de verde…) Dicen por ahí que de vez en cuando, en momentos puntuales, o en fechas señaladas, conviene hacer pequeñas “paradas”…pequeños “descansos”, en este camino tan incierto y particular que es la vida… Y, con esa perspectiva que nos ofrece siempre el presente, mirar, aunque sea brevemente, para atrás, para recordar (o para no dejar de recordar) lo que fuimos… los que fuimos… lo que somos… los que somos… (Ahí está, muy bien Cacallín, poniendo las cosas en su justo término, empezando por el principio)
Y aprovechando la coyuntura (mientras no podamos aprovechar la coyunda…), de los 40 años cumplidos este mismo año, por tres miembros de esta Familia, a saber, Jose, Maca y Cacallín, ¡¡eeeehhh frena que yo aún soy treintañera!!! (no entiendo muy bien el orden éste, primo, que yo sepa tú naciste antes que yo) queríamos aprovechar la ocasión para compartir con toda la Familia (con todos vosotros) esta pequeña mirada… esta breve retrospectiva de estos “40 años en Familia”.
Siempre es problemático, e incluso engorroso, hablar de la Familia, porque sin duda, son muchas más las vivencias, los sentimientos y las sensaciones que afloran, que las palabras que uno puede buscar para condensar, en unas pocas líneas, esas emociones (¡tantas!), y lo que la Familia ha representado, y sigue representando, para todos nosotros, en estos 40 años (Ya te estás pasando con los 40 años, primo, que tampoco hay que ser tan preciso e incisivo).
Esta Familia, que no es solo Parody, (pero es muy Parody) que está conformada por una multitud de Apellidos (esa cuenta no está hecha todavía, ¡que alguien la haga ya!), de los más diversos, de los más sonoros, todos ilustres, que enriquecen nuestra sangre, que nos mejoran como personas, que engrandecen el espíritu de la Familia, haciéndola diversa, dinámica, cambiante…
En una primera “parada”, nos gustaría dedicarle unas palabras a nuestras “Vacas (¡uy lo que ha dicho!) Sagradas” (y perdón por lo de “Sagradas”). A esa “Ilustre y Vieja Guardia” que, poco a poco, empieza a ocupar la primera línea de fuego generacional, esa línea donde uno se empieza a encontrar más expuesto a los achaques de la edad, a las leyes implacables de la vida… (en román paladín o en román cacallín mejor dicho, esto viene a significar que estáis más pa´llá que pá´cá). Esa Vieja (y dale con la palabrita) Guardia, que formó parte de una generación histórica, que luchó por instaurar unos nuevos valores de tolerancia, de respeto, de libertad… (panda de hippys, libertinos y ateos, quiere decir aquí el primo); que posibilitó un modelo de  transición ejemplar, que hoy día se estudia y analiza en todas las universidades del mundo. Esa Vieja (ejem) Guardia, que ha luchado y trabajado para dárnoslo todo, absolutamente todo (bueno, compañero, todo, todo, tampoco… a los García les ha quedado un apartamento en el Puerto, a mí no, ¿y a ti?), y que tanta insistencia ha puesto en transmitirnos esos mismos valores, en hacernos conscientes de nuestros grandes privilegios… Esa Vieja (al final nos parten la boca, te lo digo yo) Guardia, que son nuestros Padres… (De la crisis inmobiliaria en la que nos han metido, también podríamos hablar, pero eso lo dejaremos para otra ocasión) (Eso es verdad, y viene muy al caso, Richard… que se estiren y nos dejen bienes inmuebles, cosas caras… no tantos valores y tanta puñeta)
Nuestros Padres (y madres, Cacallín, y madres, ¿o quieres que te recuerde la adscripción feminista de la tuya?), que nos han demostrado, y lo siguen haciendo, su lucha, su fuerza de voluntad, su afán de superación ante las adversidades con las que nos ha golpeado la vida, y que no han sido pocas: Nachete (krak), Alo, y su (¿?) Parkinson (suyo no es, que si fuera suyo lo vendíamos); José Luis, y su linfoma de Hodgkin (que nos hizo estremecer a todos) (ahí ganamos bien, con igriega); Mamen, y su necrosis de cadera (eso lo hizo para demostrarle a su marido cómo se opera una gadita y cómo se sale andando de esos trances), Ricardo, y su artritis reumatoide crónica (que nos preocupa a todos menos a él) (doctores tiene la iglesia), Teresita, y su tumor benigno (menos mal que era benigno) (era benigno, Lucas, lo maligno era cómo le olían los pies con 10 años, te lo dirán mis hermanos, y los vecinos de casa, y en el ayuntamiento también… eso fue para vivirlo), Quico, con sus problemas de vértebra (con susto incluido) (y esto es claramente consecuencia de los disgustos que le ha dado su idolatrado don Manué)* y TERE, que sin padecer nada, lo ha padecido TODO… (si es que… donde hay, hay).
*Aquí, en este párrafo, por algún sitio debiste meter a otro, vamos, se te olvidó mencionar a Popi, que es un problema en sí mismo… Pero bueno, sigue., sigue…
Y esa fuerza de voluntad, ese reto continuo a la vida… junto con ese espíritu fraternal, ese buen ambiente que se respira, ese sentido (a veces llega a ser un sinsentido, creo yo) del humor permanente, el respeto que impera entre todos (entre los que piensan igual (por ejemplo, tía Nena y tío Salvador), entre los que piensan diferente), la solidaridad, y el velar por el bienestar de todos, el orgullo y la satisfacción que representa estar, y sentirnos, todos juntos… Todo eso, simplemente todo eso, conforma el gran legado que nos han dejado nuestros Padres… (En este párrafo es que no se puede poner un pero, primo, de verdad que no).
La segunda parada sería, lógicamente, para dedicársela a todos los Primos, a toda la Gran Primada (políticos y no políticos), a esa segunda generación, no menos expuesta a los achaques de la vida… (joder, Cacallín no empecemos, ¿eh?), porque muchos de nosotros ya empezamos a tener nuestros años (¿qué parte de vamos a hacer algo divertido no entendiste? ¿quieres dejar de recordar este detallito, hombre de dios?); porque, independientemente de esto, las “balas” de la vida, muchas veces, no entienden de orden generacional, y arremeten contra cualquiera que se ponga por delante. Esa Primada que, si bien como generación (generación X, Y, Ni-Ni…) quizás no hemos estado a la altura de nuestros padres (campeones del mundo de fútbol y baloncesto, Sevilla F.C. heptacampeón, el Betis consolidado en segunda con ascensos esporádicos a primera, ¿cuándo se ha visto eso?… estamos mucho mejor, Cacallín, mucho mejor), como personas y como familia sí hemos sabido agarrar ese testigo de valores inculcados por ellos (claro, a falta de dinero, de fincas, de cochazos, y eso, pues nos quedamos con los valores… nos morimos pobres, te lo digo yo…).
A diferencia de nuestros padres, nosotros somos mayor número de miembros (nunca me ha gustado meter en la misma frase estas palabras, vamos, eso de miembros y padres y meter, en fin…), más heterogéneos, cada uno de su padre y de su madre (bueno, no es por corregirte, pero concretamente aquí somos varios los que compartimos madre y padre), en forma de pensar, en edad… Y sin embargo, permanece esa unión, ese cariño, esa solidaridad, esa entrega, esa fuerza… (esto lo has copiado de José Luis Moreno, no jodas).
Y si bien es verdad que la unión de todos los Primos está sostenida en la voluntad de todos, también es verdad que esta unión no sería del todo posible sin el interés desmedido, sin la iniciativa, y el esfuerzo de unos pocos Primos Parody, muy pocos, que lideran y velan por la cohesión (somos una piña), y el buen ambiente de todos nosotros (ellos saben quienes son… en realidad, todos lo sabemos) (Si no estuvieran unos, estaríamos otros, creo yo, pero si es verdad que los Porras sois unos apáticos hijos de la ·#*+|¬}#).
Igualmente, hay que destacar la importancia que ha representado para la Familia, la incorporación de cada uno de los Primos políticos, o los aspirantes a serlo, porque ellos representan el equilibrio, la moderación, la mesura (¿esto te lo ha dictado Isa, por un casual?)… de los vicios (¡anda ya!), rarezas (rareeeeeeezas, hombre, no, otra cosa vale, pero rarezas…), manías (por favor, ¿a dónde quieres llegar?) y excentricidades más arraigadas, de los primos más primos… (¿qué insinúas?) de los Primos Parody…
Bienvenidos pues, a los primos del FRAP que se resisten, todavía y como siempre, al invasor (la vida para “ellas/os”, no es fácil, nada fácil), así como para esos otros políticos que, sencillamente, se han dejado abducir por comprender que nuestra forma de entender la vida es la mejor… (menos mal, te has venío arriba, ¡sí señor! ¡¡Así se habla!!) Nuestra dedicación, pues, a ellos… a todos ellos…
(Yo aquí haría un inciso, una mención a los Parody 3.0, a los que nos siguen a nosotros, a esos que siendo sobrinos se sienten primos, a esos Parody, alguno sin apellido visible, que empiezan a hacerse notar, con sus cositas lindas Parody… Esos, tan bien, y también son Familia) (Se te escapan algunas cosillas y estoy aquí al quite, primo, nada más).
La tercera parada, obligatoria, tiene que ser necesariamente para rendir homenaje a dos familias, a los Revilla (Parody) y a los García (Parody y viceversa), por lo duramente que han sido “golpeadas”, por todo aquello a lo que han tenido que renunciar, por todo el dolor que han padecido, por todo el dolor que aún hoy siguen “arrastrando”… Simplemente queda decir que la fortaleza, la entereza, el sacrificio y la entrega que han demostrado son encomiables, y dignos de admiración. Pero, fundamentalmente, lo que da vértigo, auténtico vértigo, a los que de alguna forma venimos detrás, es esa virtud que tienen, que tantas veces han demostrado, de no perder la sonrisa (la sonrisa nos la dejaron en herencia, ¿dónde la vamos nosotros a perder?), ni la ilusión por la vida… (Yo siempre he sentido que el golpe lo sufríamos todos/as, y por eso fue más fácil… en cualquier caso, gracias).
La cuarta parada, obligatoria, es para la tía Nena, porque sencillamente le han robado la mitad de su vida de un “plumazo”, (y nos acordamos de ella cada minuto) por su infinita tristeza, porque nos la han roto en pedazos… Pero que, a pesar de eso, ha querido (y ha sabido, que hay que saber, ¿eh?) resistir, seguir luchando; ha sacado fuerzas de flaqueza (afortunadamente no las tuvo que sacar de gordura…), resurgiendo de sus propias cenizas (cuál Ave Fénix, te ha faltado aquí), intentando reconstruirse a sí misma, intentando superar sus limitaciones, intentando buscar motivos de alegría… (los encontrará, seguro). El día a día es duro, muy duro… Es verdad que puede tener a sus hijos, a sus nietos, a su Familia… pero sigue, y seguirá siendo duro… (eso es asín, cómo negarlo) Aún así, que tenga la certeza de que todos seguiremos junto a ella (Cacallín, si nos ve a todos junto a ella le da un chungo, y nos larga a paseo… vamos a estar junto a ella, sí, pero a poquito a poco, mejor), para intentar darle motivos de alegría, para hacerle ver que es una referencia para todos nosotros, que en ella nos miramos todos; que cada limitación que supere, cada autonomía que adquiera, cada sonrisa que esboce, será un ejemplo de superación para todos nosotros… (ya lo es, porque ya lo era).
Deberemos pues, entre todos, recuperar esa “normalidad” (supongo que las comillas las pones porque sabes que normales, normales, lo que se dice normales.. en fin… ahora le preguntas al FRAP) que la vida nos ha arrebatado, esa “normalidad” (y dale) que con cierta frecuencia creemos que está al alcance de cualquiera, que es un derecho adquirido e inalienable (no digas palabrotas) de todos nosotros,… Pero que no, que no es así; que la vida, de un simple zarpazo, nos la puede arrebatar, y hacerla añicos, y en un instante nos hace sentir lo vulnerable y lo insignificante que somos, sin esa “normalidad” (¡¡viva la normalidad Parody!!) que creíamos tan nuestra. Buscaremos, pues, esa nueva “normalidad” (enga, en eso estamos, ya, pero ya), que nos devuelva una renovada felicidad, con la que seguir afrontando la vida, que nos legitime a poder vivirla, al menos, con una cierta dignidad… (de eso nada, la viviremos con toda la dignidad, cierta o incierta, pero toda).
Miraremos ese cielo estrellado (tan nombrado), e intentaremos vislumbrar a ese pajarillo de alas rotas, que un día quiso salir de su jaula y probar a volar sin la ayuda de nadie, y lo consiguió (si lo llegamos a saber no le abrimos la puerta de la jaula, pero bueno…); intentaremos atisbar a esa gaviota (¿ya estás con los nuevos tiempos, PPrimo?), que fue herida a traición, y que mal herida no quiso quedarse en el mar, y que empleó sus últimas fuerzas en volar más y más alto, y llegar adonde quería llegar, como de hecho llegó; e intentaremos, igualmente, divisar a ese Aprendiz, que junto con su Musa (esa “gran desconocida”, tan poco nombrada, a la que tanto debemos… posiblemente… lo mejor de nuestra forma de ser) (nombrémosla: ¡¡viva la abuela Loli!!), tuvieron la “Osadía” de crear toda esta Gran Familia que, muchos, muchos años después, sigue creciendo y dando tanta “guerra”… (Yo no sé si el diseño de ellos fue tan osado como después les ha quedado, pero como no pueden quejarse, seguiremos adelante) (Sigue, te digo que sigas...)
Y nos dejaremos contagiar por ese inmenso e infinito Universo, por su aparente equilibrio, por su velada armonía… Pondremos todo nuestro empeño, en recobrar la sensación de control en nuestras vidas, de volver a esperanzarnos con ese pretendido y anhelado deseo de que todo pueda tener un sentido…  Nos dejaremos invadir, en definitiva, por esa energía poderosa que embriaga, que hechiza, que sobrecoge al mayor de los escépticos… Esa energía que se siente a flor de piel, al escuchar en la noche silenciosa, “el tranquilo y ajeno rotar de los planetas”… (¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaala!!! Ya tienes a toa la peña jarta de mocos, lo has conseguido).
(Seguimos ahora, después de despedir a primo Richard con una estruendosa ovación, llenos de lágrimas y mocos, y seguimos con la tercera de la cuarentena, la última en llegar, la más guapa de los tres empatada conmigo…)
Podemos llenar de recuerdos los 40 años… nuestros primeros cuarenta años (los de Maca):
Esa tía Tere y sus Revilla entrando, más bien arrollando Asunción, para comerse las natillas de la tía Nena (que tan difícil era que nosotros nos las comiéramos) (¿Por qué no os gustaban las natillas y erais 3 y a nosotros nos encantaban y éramos 6? ¡¡Qué mala suerte, qué mal reparto!!).
Tía Tere saliendo de Asunción siempre cargada de bolsas para Huelva. Gonzalito (¡Ja! Gonzalito dice…) que dormía y no cabía en la cama de abajo del cuarto de Fernan. Nuestra Puri o Pepa encantada de lo bien que comían los "primos de Huelva" sin rechistar... (Vamos a ver, ¿tú has escuchado a mi madre darnos una orden? ¿Tú la viste alguna vez dando de comer a Carlitos? ¿Cómo íbamos a rechistar?) (Aparte de lo rico que estaba, y está, todo).
Las tardes de Navidad en Teodosio, la lluvia de monedas, los villancicos, ¡la fila para el aguinaldo...! (Allí, en ese patio, he visto yo cosas denunciables, cosas que hoy llevarían a más de uno a la cárcel, y todo para “rascar” un duro).
Y las tardes de lunes que me escapaba de mi cuarto de estudio y me iba con mamá a Teodosio a visitar al abuelo. Ella se quedaba en el gabinete de charlita y discusiones varias, Jero, abajo en su consulta, y yo, me subía arriba con M José que estaba bañando a los niños, me encantaba esos ratos, luego bajábamos a la cocina, y a cenar, la tranquilidad y el cariño con que lo hacia siempre...                      
Las estancias en Reina Mercedes y sus domingos en el Castillo de Alcalá, ¡¡qué suerte haber jugado en un castillo de verdad!! (Jugar al fútbol con dos boñigas, más grandes que mi cabeza, haciendo de postes de la portería era una cosa inigualable).
Yo recuerdo con especial cariño las veces que me quedaba en Virgen de Luján, compartiendo cama con la gorda, durmiendo cada una en un sentido de la cama y siempre a gusto (Mi hermano Fernando igual, pero igual, igual que tú, incluyendo las bragas).
Pasábamos las tardes en la entrada jugando con la cocinita de madera, ¿la recordáis? (No sé de qué me hablas, yo estaba en el Castillo de la mala(igual no...). Y las tostadas del desayuno de Mamen finitas, tan finitas que ¡¡¡se enroscaban y todo!!! (¿Qué dices?, a eso se le llama churros). Y, a pesar de todo el tiempo que pasábamos allí, nunca Mamen nos reñía (a mi me impactó ya que ¡¡¡yo estaba acostumbrada a los gritos de mi madre!!!) (A ver si te crees que el título de la buena se lo han regalado).
De los Revilla, me quedo con los días que pasábamos cada verano en Mazagón, con ese bidón de agua helada en el patio de atrás y todos quitándonos la arena (y los bañadores, porque aquel era un patio nudista).
De los cumpleaños de ¿quién de vosotros? (¿En verano? O Gonzalo o Carlos) allí fuera... Y de las películas del Yaki-Chan que vimos con vosotros en el cine...¡¡¡qué horror!!! (Macarena, yo he borrado eso de mi memoria, ¿a dónde íbamos a ver eso?)
Tío Salva venía a Asunción todos los años, el día del sorteo de Navidad que coincidía con nuestras vacaciones escolares, a poner el arbolito y el portal de Belén. Mientras, mamá estaba en la cocina haciendo el tradicional pavo trufado y consomé, el mismo que ha estado haciendo hasta hoy (madre mía, ¿qué me dices?, si lleva 40 años haciendo el mismo pavo, tiene que estar su miajita duro ya, Maca… vale que somos Parody, pero el pavo se cambia cada tres o cuatro años, como el cepillo de dientes) y que, si Dios (válgame, tío Ricardo y tío Alo quieren decir algo) quiere y con nuestra ayuda, haremos de nuevo este año (ya sabemos que los Parody somos poco amigos de las novelerías, y mucho menos de las culinarias). Era, para mí, una de las mañanas más bonitas en casa, y todavía el hoy, el día de la lotería, pongo el sorteo en casa a toa leche... es para mí el primer día de la Navidad a pesar de que los comercios nos intenten hacer creer que ya el 15 de octubre ¡¡¡¡hay que comerse los polvorones!!!!

El abuelo viniendo a casa cada medio día cuando alguno estaba malito, que junto con el Ardine (¿un coleguilla del abuelo?) y la inyección, siempre nos traía un cuento o un rotulador fluorescente (Maca esto no es creíble, en esa época se subrayaba con lápiz…) , ¿lo recordáis? (No, yo estaba en Huelva, sano). Así daba gusto pillar anginas 1 vez al año...
Cada Jueves Santo identificando entre las filas de capirotes morados a cada uno de vosotros, a papá, al abuelo... la satisfacción de recibir una pequeño saludo con un sólo gesto de la mano, no sea que el celador os llamara la atención... Aun así, había un nazareno que siempre se saltaba las reglas y llevaba en su bolsillo unos caramelillos para darnos a sus hijas disimuladamente cuando nos veía a la salida de la catedral.
Las bromas de Ricardo cada vez que sonaba el teléfono en casa y respondía con una nueva voz, un nuevo personaje y ¡¡¡un nuevo rollo!!! (Aquí no entiendo la utilización del tiempo verbal, el pasado es incorrecto, ¡¡lo sigue haciendo!!). 
Bueno, primos, pues algo así es lo que tengo yo esbozado, veréis que no tiene la categoría literaria de Cacallín… (Ni Cacallín tiene tu tipito y tu pelo, hija, cada cuál tiene lo suyo).
Me faltan pinceladas de tío Quico y tía Mª. Paz, de los que tengo menos recuerdos (aunque Quico en el despacho siempre muuu serio y eso, de niños, nos imponía más). (Joder, de niños, de adolescentes, de jóvenes, y ya porque le hemos perdido un poco el respeto, pero un mijita sigue acojonando… menos mal que como contrapartida está la dulzura de la tía Mª. Paz que si no…)
Y ya pasaríamos a cosas más actuales: los médicos de la familia siempre al pié del cañón, así como sus herederas, tío José Luis organizando a los hermanos de manera magistral como siempre lo ha hecho, tío Salva amenizándonos las tertulias con sus ocurrencias, tío Quico y Fernan llevando el timón de Albareda como siempre lo hizo papá.... aunque han logrado un "espacio sin humos" y ha entrado un soplo de aire fresco y de alegría con M Paz, prima, quizá logres incluso que cambien las marchas procesionales por los 40 principales... ¡todo se andará!  
En fin, podría seguir contando mil batallitas más… (Pues sigue Maca, sigue…).
Aquí estos dos me dejan solo, y me despido en su nombre, de todos vosotros, de los que hemos nombrado y de los que no, porque todos, y todas, todas y todos, todísimos, todísimas, habéis conseguido que estemos orgullosos de ser parte de esta Familia, de lo que hemos vivido, de lo que hemos comido y bebido, de lo que hemos llorado, de lo que nos hemos reído, de nuestras historias comunes, y de cada una de las vuestras individuales… Como siempre, muchas gracias, han sido los mejores 40 años de nuestras vidas, seguiremos por aquí otros muchos, y sería un inmenso placer, una enorme felicidad, cumplirlos cerquita de vosotros. Juntos, siempre juntos.
CACALLÍN-MACA-JOSE.
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