¡¡Buenas
tardes a los y a las Parody de las tres generaciones!! Os saludamos
uno a una, desde el mayor a la más pequeña, desde las 1.0 a los
3.0.
Es
una gran ilusión reunirnos aquí otro año más, como siempre,
porque estamos a 25 de diciembre y nos encontramos toda la familia
junta.
Qué
alegría vernos de nuevo, disfrutando de todos los que están,
echando de menos a aquéllas que no han podido venir hoy, y también
con nuestro pensamiento en aquéllos otros que se nos han ido, que
¡vaya los añitos que llevamos últimamente!
Este
año nos toca a Jose Revilla y a Fernan entregar el Premio Conigriega
en su Octava Edición.
En
primer lugar, y como no puede ser de otra manera, tenemos que
agradecer, profundamente, el merecidísimo premio que nos dio el
primo Willy hace 365 días; de hecho, como muchos habéis comentado,
ya estaba tardando en llegarnos, y creemos como ustedes que ya hacía
tiempo que tendría que habérsenos reconocido nuestra simpar
aportación a esta piña familiar. Por eso no creemos que sean justas
las sospechas de fraude, ni siquiera teniendo en cuenta que alguno de
nosotros comparte despacho con el gran pianista, y que algún
billetito o cajita de “catetos” se dejara por descuido en su
mesa.
Habíamos
pensado, de hecho, para garantizar que el premio siguiera en buenas
manos, que este año le daríamos el premio Conigriega a Jose
Revilla, y él lo devolvería el próximo año a Fernan, para así
continuar por los siglos de los siglos…
Sin
embargo, en un ataque de generosidad, y tras mucho meditar, hemos
decidido entregar este año el preciado Octavo Premio Conigriega a
Don Ricardo Parody Ruiz-Berdejo, el decano de la familia.
Muchos
son los merecimientos que ostenta nuestro tío, eminente hematólogo
que siguió las huellas paternas en su dedicación a la medicina,
pero vamos a enumerar solo unas pocas.
Todos
sabréis de qué personaje hablamos porque probablemente hayáis
descolgado el teléfono en casa y al otro lado ha respondido un
viejecito preguntando cualquier cosa sinsentido; alguna vez, en esta
casa y en otras, se han recibido sustos inmerecidos de su parte,
seguidos de unas risotadas inconfundibles; muchas veces le hemos
visto dormido en cualquier sofá después de haberse comido un
generoso menú del gusto del mismísimo Obélix, y aunque siempre
anda por ahí en un discretito segundo plano, todos sabemos que es un
tipo imprescindible, imponderable, e irrenunciable en esta familia.
El
tío Ricardo, siempre que hemos sufrido momentos duros, o durísimos
por parte de alguno de los tíos, primos, abuelos, o nietos, ha
estado ayudando al que lo precisaba desde el minuto uno. Incluso
desde el minuto menos uno, porque por su profesión y por su
constante interés, a veces sabía lo que llegaba antes que nadie. Y
eso de echar una mano se refiere al aspecto médico, yendo a casa de
quien sea a cualquier hora intempestiva, para darnos su
recomendación, dejar la receta, y regalar su comprensión; o
facilitando tantos trámites hospitalarios como hemos ido precisando
en todos estos años. Si hacemos memoria y recordamos los momentos
realmente dramáticos que hemos pasado con nuestros más queridos
familiares, siempre se nos viene a la mente la figura de nuestro
homenajeado para mover todos los hilos posibles y hacernos el trance
mucho más liviano: por estar hablando nosotros dos, baste recordar
las duras jornadas con Nachete, o en su día con Teresilla, y también
estos últimos años con la Nena desde aquel fatídico mayo de 2011.
Pero también con Kiko, y antes con el Abuelo, y… lo que te
rondaré, morena…
Y
encima ¡¡deja heredera!! Aunque la catalana doctora viendo el
panorama que ha vivido aquí en estos años ha rehecho el petate y se
ha largado, nuevamente, a la república independiente de su casa en
Barcelona.
Pero,
claro, no sólo queremos al Doctor Parody por su faceta médica, sino
también y sobre todo, por su extraordinaria y divertidísima
humanidad. Da igual lo traumático o delicado del momento, que además
de aparecer desde primera hora, actuando con aparente discreción,
inicia su particular recorrido de corro en corro, de grupo en grupo,
buscando a los que más necesitan sus agudos tiritos, y llegando
desde la nada silenciosa, de repente te suelta cualquier broma (si
puede ser anticlerical mejor que mejor) que consigue relajar el
ambiente y dejar la nota de humor para seguir tirando p’alante.
No
se nos ocurre ninguna situación, por “chunga” que ésta sea, en
la que Ricardo no sea capaz de sacar la sonrisa de entre las
lágrimas. Eso vale oro. Oro puro.
Y,
hablando de oro, de oro puro, o de oro Porras quizás, en su andadura
le acompaña una mujer de tronío, su Rosario, nuestra tía Rosario,
la mejor mala que se puede uno encontrar por los mundos Parody. De
Rosario no daremos pinceladas, que ya las da ella sola, ni la
versaremos, que ya nos demuestra sus dotes literarias cargadas de
sorna; la conocemos, todo lo que se deja, y sabemos que nos regala
sus chascarrillos, sus sonoras carcajadas, y su presencia y
acompañamiento cuando más falta nos hacen de la forma más sencilla
posible.
Sabéis
que el “feminismo” en esta familia entró por la puerta con ella,
que su discreción nunca le impide dejar su comentario lleno de
sarcasmo sobre las mal llamadas rarezas de esta familia Parody, y que
nos ha hecho pasar, también, un buen sustito últimamente, y,
sobretodo, sabéis, que esa figura alta, delgada y con eterna cara de
saber más cosas de las que dice, es otra imprescindible de esta cosa
llamada familia que llena esta casa llamada Teodosio. En realidad,
son un dúo tan inseparable que sería difícil saber quién es más
Parody, a estas alturas, porque mal que le pese a la Porras, su
ramalazo ya lo tiene metido en la sangre, con sus seis Parody que la
adoran.
El
Premio Conigriega, por lo tanto, este día 25 de diciembre de 2015 se
marcha a Reina Mercedes, con nuestra más absoluta convicción de que
allí es donde debe estar los próximos 365 días, y con la esperanza
de que vuelva pronto a nuestras manos, y si no pudiera ser, porque la
vida es como es, con el deseo de que siga pasando de mano en mano
reconociendo a los grandes y pequeños personajes que pueblan esta
fauna Parody.
Felicidades
familia. Felicidades Rosario. Felicidades Ricardo.
Teodosio
3, Sevilla. 25 de diciembre de 2015.